EL ASOMBRO. El estancamiento producido de pronto en lo que es el flujo real de la vida, instante en que su curso se detiene, es perceptible ahí como reflujo: y uno que sin duda, es el asombro. La dialéctica en estado de parálisis es su auténtico objeto. Es el peñasco a partir del cual la mirada se hunde dentro de la corriente de las cosas – WALTER BENJAMIN.
El asombro es una relación entre el azar y lo imaginable. Las imágenes son visiones efímeras contenidas en la biografía del sujeto que fotografía, mas también son posibilidades para el espectador. Puestas en acción como fotografías, estas imágenes son cruces de eventualidades, espacios para la memoria, aquello en que la mirada es cautiva y detiene su recorrido. El deambular es un ejercicio del curioso, y la curiosidad es el deseo de conocer lo que no se sabe.

L.M.

Ciudad Parásito es la tercera parte de un proyecto dividido en seis actos, que de manera paralela ahondan en el hogar, archivo y memoria familiar; dichos conceptos son representados como diferentes contenedores de memoria y conceptualmente son abordados como una tumba simbólica que desde un imaginario y distintos formatos recrean historias familiares narradas desde el objeto/imagen encontrado.
El ejercicio fotográfico se plantea desde el recorrido de lugar “X” a lugar “Z” donde retrato fachadas de casas abandonadas las cuales denomino como lugares parásito el término lo utilizo para clasificar lugares que en algún momento funcionaron como contenedores de memoria y en la actualidad se presentan como una ruina contemporánea sin uso aparente y que en su interior alberga objetos abandonados por sus dueños evidenciando la dicotomía entre memoria y olvido.

En tanto a la forma del trabajo se aborda desde los vestigios de tiempos pasados objetos, fotografías, ropajes, entre otros qué por medio de la confección de contenedores como álbumes, libretas y cuadernillos forman una instalación fotográfica que ficcionan memorias familiares y relatos a partir de los objetos albergados en el interior de las casas fotografiadas. Dichas casas permanecen en una constante pugna con la sobre-modernidad[1], el trabajo URBE Jorge Gronemeyer plantea qué: “Nuestras ciudades se encuentran en continuo y asumido proceso de transformación. Su desmedido e incontrolable crecimiento y sobre-población, han llevado a una expansión de la urbe tanto en sentido de edificación vertical, como en su extensión horizontal.” Casa/inmueble se transforma en una especie de tumba simbólica que atesora recuerdos destinados a morir, en consecuencia pierden su valor como símbolos y estandartes de “la identidad”; es decir Casa, Álbum y Memoria se convierten en desechos de tiempos rancios no adecuados al sujeto contemporáneo.

[1] La sobremodernidad  o, según el autor, hipermodernidad es un concepto acuñado por el antropólogo francés Marc Augé para referirse a la aceleración de todos los factores constitutivos de la modernidad.

Fertile Stimuli es la primera serie de fotografía de rollo que hice, en todo lo que va de la vida, hasta ahora. Durante un año (2014) ocupé 5 rollos de 35mm vencidos, solo quería ver qué pasaba, no importaba si el rollo estaba caducado.
Acostumbrada a lo digital y a la inmediatez, tuve que aprender a tener paciencia para ver los resultados, es como amar de nuevo pero de una manera completamente diferente. Pero amar… siempre.

Luego de hacer una edición en abril del 2015, junto a Sol Montero, dejé el trabajo ahí, descansando y decantando.
En junio llegó a manos de Roberto Huarcaya y un grupo de fotógrafos, donde por primera vez mostré la serie ‘en público’. Junto a él, me percaté de los patrones que repito en la fotografía, en general. Era la semilla perfecta para los nuevos trabajos. Eran patrones a seguir que me representaban y eran mi sello. Lo que por mucho tiempo traté de encontrar y no veía.

Esta prueba de rollos sirvió como un estímulo. Lleva, entonces, el nombre Fertile Stimuli por la carta que Amadeo Modigliani le manda a su amigo Oscar Ghiglia, donde habla de buscar para provocar y estimular la inteligencia para su máximo poder creativo.
Ahora, por segunda vez, muestro estas semillas fértiles que comenzaron en invierno y aparecen en primavera.

R.S.V.P. Brillo opaco, luces y sombras que marcan arrugas tapadas con estuco y aros de perlas que cargan culpas.
Sin intentar convencer, capto lugares comunes a través de una observación documental en eventos sociales chilenos, donde utilizando el humor como herramienta, se quiere impactar con imágenes pictóricas que ofrecen una segunda lectura.
Se descubre una sociedad dividida en clases, donde la aspiración es el motor de sobrevivencia en ese espacio determinado.

Se pretende representar una cultura barroca que muestra pero oculta; tercera edad que intenta rejuvenecer en su indefinida espera, pobres que aparentan seguridad en un ambiente inhóspito, laicos fervorosos, jóvenes avejentados y niños adornados.

Proyecto 1: Despojo. Vestigios de concreto quedan en el transcurso de los años al igual como la vegetación y el color verde se apropia de la parte inferior de esta cuadriforme proyección. Haciendo un contraste de lo moderno y lo urbano en la parte superior, es así como podemos desglosar el paisaje en tres partes, una es el cielo en conjunto con la modernidad, otra es el paso del tiempo y por último la vegetación. La villa San Luis de las Condes queda como reducto de un pasado en el que se planteó la ciudad como espacio de integración entre los distintos sectores de la sociedad, esta fue formada en los años 1970 y fue uno de los proyectos urbanísticos más emblemáticos del gobierno de Salvador Allende. (Proyecto en construcción falta fotografiar la demolición y la nueva reconstrucción del sitito)

Proyecto 2: Dinámica del Paisaje

El proyecto nace netamente de la necesidad de proyectar imágenes de cómo el paisaje contemporáneo y la urbanidad ha sufrido cambios a lo largo de su trayecto en el tiempo, generando un corte en este mismo. Desde ahí se puede trabajar y rescatar las diferentes características tipológicas de los vestigios de tierra o concreto, también se puede decir que el paisaje está situado entre la distancia de la mirada y el medio que se antepone.

Todo esto explica la existencia de vida o muerte desde un punto de vista en la separación entre el observador y lo observado, se puede afirmar que existe paisaje cuando hay una determinada realidad física o territorial que se impregna de una mirada subjetiva, cultural, social y política de una apropiación matizada por el resultado temporal o causal de la interacción entre el hombre y la naturaleza.

En conclusión siguiendo el ejemplo sobre la deconstrucción del paradigma del instante decisivo, que ya no es relevante mostrar en imágenes del congelamiento de una acción o situación en particular en una fotografía, muy al contrario se trata de resaltar la llegada a cualquier hora y momento para disparar y capturar las formas sobre estos montículos de tierra. Es muy importante mostrar otro tipo de paisaje donde la participación del ser humano contemporáneo pasa a segundo plano. Como vivimos rodeados de tantas imágenes ahora es importante dar a conocer sitios no explorados y jamás mostrado al espectador. (Proyecto en construcción de carácter infinito a lo igual como uno colecciona estampillas, se colecciona estas tipologías)

Axis Mundi. Este proyecto, intenta exhibir la conexión entre lo humano y lo divino a través de una serie de fotografías de ambientes naturales, organizadas en tres grupos. El primero de ellos contiene fotografías de antenas, seguido por segundo conjunto de retratos de mujeres y hombres, y finalmente un tercer grupo compuesto por fotomontajes.

Cada una de las fotografías, se establece como una representación del símbolo “Axis Mundi”. Este símbolo ubicuo, se encuentra, incluso, entre lo religioso y lo secular. Denominado también el eje del mundo, el Axis Mundi se muestra de diversas formas físicas, pero siempre en posición vertical. Según esto, puede ser representado como objetos naturales (árboles, montañas o columnas de fuego), hasta elementos fabricados por el hombre como torres, tótems y campanarios, entre otros. En este sentido, cada estructura vertical presente en las fotografías (ya sea antenas, humanos y estructuras construidas por medio del fotomontaje) se instala como el símbolo en cuestión por donde fluyen, de modo cíclico e infinito, las energías entre lo inferior o terrenal y lo superior asociado a lo divino. Este eje materializado en cada fotografía, se puede enmarcar como la fuente de vida y la realidad absoluta, y cuyo vínculo entre la tierra y el cielo, antes mencionado, se liga también al mito del eterno retorno, donde la acción de posar y registrar es parte de un ritual. De esta manera, el simbolismo desprendido de cada fotografía conduce a pensar un tránsito entre principios y finales; los que a su vez producirán nuevos comienzos. Este eterno retorno, no solo se asocia a la repetición de nuevos acontecimientos, sino que también al tránsito de modo infinito de ideas y pensamientos (por esto la elección de generar fotografías circulares).