Felipe Olavarría

La siguiente serie trata sobre un amigo que cometió suicidio hace ya 8 años; me encontré con unos negativos los cuales disparó con mi cámara, a la cual le entró agua, intente rescatar el negativo que luego reutilicé, después de años de su muerte, al revelar estos negativos (casi por casualidad) me encontré con imágenes que nunca llegó a ver; lo cual me generaba una sensación incomoda y una extrañeza de culpa al hacer doble exposición en dichas imágenes.
Decidí iniciar un dialogo visual tratando de generar una especie de respuesta al hacer fotografías hoy como una especie de comunicación post muerte, me dedique a recorrer las mismas calles que transitábamos, a pasar por las mismas casas de los amigos que visitábamos, transitando lentamente por donde la pérdida de pertenencia en aquellos lugares que solían ser confortables ya no me contenían.

Me encontré con una inmensa ausencia, un vacío tácito la cual traté de contener con el color, pero en el fondo creo se potenció la universalización del territorio bajo el sentido de la no pertenencia y así fue como me di cuenta que el lugar, la comodidad, el espacio lo hacen las personas que te rodean; Al igual que la visión interna se expone como una necesidad.

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